En la última emisión de Gran Hermano, Rosina desafió las reglas al dirigirse a su mamá en el desafío "Congelados", lo que resultó en una sanción doble para la participante.

Rosina quedó "congelada" en el pasillo del patio mientras su mamá, Fabiana, le transmitía palabras de aliento. "Soñaste con estar acá, te lo merecés, sos privilegiada por haber sido seleccionada", expresó Fabiana, instando a su hija a disfrutar la experiencia y crear recuerdos perdurables.

A pesar de las reglas claras de "Congelados" que prohíben reacciones o hablar, Rosina se dejó llevar por la emoción. Su mamá le entregó una bolsa de regalos con golosinas y consejos para ser feliz en la casa. No obstante, Rosina preguntó en voz baja por su gata, lo que desencadenó la sanción.

Gran Hermano intervino por los parlantes, anunciando la penalización: "Rosina, lamentablemente a tu madre le has preguntado por Mágica, tu gatita. Eso significa sanción. Mañana no vas a poder participar de la prueba del líder y tampoco vas a poder participar por la casa".

A pesar de la sanción, el resto de los participantes consoló a Rosina, destacando la importancia de centrarse en el hecho positivo de haber visto a su mamá. La protagonista admitió su error, reconociendo que "se le escapó" hablar con su madre ante la emoción del momento.