Ariel Ansaldo, el eliminado más reciente de Gran hermano, habló sobre cómo vivió dentro de la casa y sobre los demás participantes.

"Voy volviendo de a poco a la realidad y con bastantes autocríticas", describe Ariel. "Recibo mucho cariño de la gente, pero todos me reprochan por no haber jugado más".

Luego de superar varias placas, Ariel parecía mejor plantado dentro de la casa, sobre todo por su enfrentamiento con Alfa, cada vez menos popular dentro y fuera del reality. "Todos esperaban que le hiciera la fulminante y yo lo tenía pensado, pero la verdad es que la lucidez adentro, en el encierro, no es la misma que afuera", explica.

"Tenía muchas cosas en la cabeza: la hostilidad de Alfa, los enfrentamientos por la comida y mi propia batalla para no seguir subiendo de peso. Salvo por eso, el resto es hermoso", agregó.

Ariel asegura que, al entrar al reality pesaba 141 kilos y al salir bajó hasta 114. 27 kilos menos.

El participante, que ingresó junto con Camila Lattanzio cuando el ciclo ya llevaba dos meses en el aire, dice que sus problemas de sobrepeso no son de toda la vida. "Siempre trabajé haciendo promociones, por ejemplo. Pero por las frustraciones me fui haciendo mierda y eso se tradujo en mi cuerpo. Ahora me siento impecable".