Un estudio publicado por varios científicos internacionales apunta a que distintas enfermedades intransmisibles podrían pasar de persona a persona a través del microbioma
El artículo, publicado en la revista Science y firmado por científicos de varias universidades de todo el mundo, sostiene que hay suficientes evidencias para comenzar a indagar en la teoría de que muchas enfermedades pueden ser transmisibles a través de nuestro microbioma. Y, ¿qué es el microbioma humano? Pues la comunidad de bacterias, hongos y virus que tenemos en nuestro organismo. Hay más de 100 billones de bacterias en el microbioma y la mayoría de ellas viven en nuestros intestinos. En los últimos años hemos empezado a desentrañar las complejas formas en las que esta parte de nuestro cuerpo puede afectar nuestra salud y es ahí donde se centra la investigación.
Los autores usan varios ejemplos para defender su análisis. Por ejemplo, hablan de un gran estudio que demostró que afecciones como la obesidad aparece en grupos de personas. Tras seguir a más de 12.000 personas durante 30 años encontraron que las personas que tenían un amigo obeso tenían un 57% más de probabilidades de ser obesas, y pasaba algo parecido con cónyuges o familiares.
Además, otras investigaciones apuntalan estas ideas. Por ejemplo, se ha demostrado que si eliminas el microbioma intestinal de ratones sanos y trasplantas uno procedente de ratones obesos, es más probable que el primer grupo de ratones también se vuelva obeso. En el otro lado tenemos el ejemplo de ratones enfermos que tras alterar sus microbiomas para que se asemejaran a los ratones sanos retrasaron la progresión no solo de la obesidad sino de otras enfermedades crónicas, como el Alzheimer o las enfermedades cardíacas.
Según explica al medio Gizmodo el autor principal de la investigación, Brett Finlay, microbiólogo de la Universidad de Columbia Británica en Canadá, la intención de su publicación es abrir un debate entorno a este asunto y animar a que se investigue aún más sobre él y con más detalle. "Son argumentos convincentes, y esto podría tener un gran efecto en nuestra salud. Nadie ha propuesto estas ideas antes, y puede ayudar a un estudio más detallado del asunto".
Sin embargo, su teoría es más complicada de probar de lo que parece. La obesidad puede aparecer en grupos, pero hay muchos más factores que pueden influir en estos grupos como el ambiente o la genética y que no tendrían nada que ver con el microbioma. Por no hablar de que esos mismos factores también tienen un impacto en la comunidad de bacterias de nuestro cuerpo.
Por último se enfrenta a un asunto clave y es que aún teniendo un microbioma descontrolado que diga que un paciente es más propenso a ciertos problemas como el cáncer o la demencia nada asegura que esa persona fuera a padecer estos problemas en un corto periodo de tiempo. Todos esos asuntos hacen que la teoría de Finlay y sus compañeros esté lejos de poder ser comprobada, pero estos científicos no están solo en su lucha.
Muchos otros especialistas ya están estudiando los vínculos entre la enfermedad humana y el microbioma. Incluso se está empezando a probar el uso de heces para tratar ciertas dolencias. Pero está claro que aún queda mucho por hacer antes de que se pueda comprobar con claridad si una enfermedad no transmisible cambia su estatus y qué tienen que decir nuestras bacterias en todo esto.