Esta situación se incrementó con el correr de las horas y al mediodía la espera era de hasta 4 horas y media. Estimaron que esto se puede mantener e incluso incrementar durante la tarde y también en la mañana del sábado, cuando más personas aprovechan para cruzar la frontera.

Las demoras se deben específicamente a los exhaustivos controles que realizan las autoridades chilenas, especialmente en los elementos que las personas quieren ingresar a su país.

Además, al ser un fin de semana común y no extra largo, no organizan ningún operativo especial y es probable que haya menos funcionarios en Los Libertadores para completar los papeles y avanzar en los diferentes pasos para cruzar.

También los viajeros deben tener en cuenta que hay obras de repavimentación en los caracoles, por lo que allí también se registran cortes que se suman a los tiempos para llegar a destino. (Diario Uno)