La última edición de Gran Hermano fue testigo de un giro sorprendente cuando Isabel De Negri, tras ingresar nuevamente a la casa por medio de un repechaje, fue expulsada por infringir las reglas del juego. La participante, a pesar de advertencias previas, brindó información del exterior en varias ocasiones, lo que llevó a la drástica decisión del programa.

Gran Hermano, con tono firme, recordó las normas establecidas: “No es la primera vez que me refiero a la orden establecida de no contaminar el juego con información del afuera. Está absolutamente prohibido revelar cualquier dato del exterior que pudiera afectar el espíritu de esta competencia”.

El dueño de la casa explicó detalladamente los motivos detrás de la expulsión: “Hoy a la mañana, en una charla con Juliana en el dormitorio, diste a entender información muy sensible del afuera. Ya habías sido sancionada y advertida acerca de la gravedad de esta situación y de lo que podría acontecer de reiterarse una conducta similar”.

La decisión fue tajante, instando a De Negri a retirarse de la casa de inmediato, con la promesa de que sus pertenencias le serían entregadas posteriormente. Ante la sorpresa de la participante, que intentó buscar sus pertenencias, Gran Hermano reafirmó su determinación, ordenándole abandonar el juego sin más dilación.