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Salud y nutrición Consejos

Los tres principales motivos por los que no adelgazas

En ocasiones no se trata únicamente de seguir una dieta o hacer un ejercicio físico, sino de un problema de facto relacionado con cómo te sentís respecto a tu propio cuerpo

Lunes, 3 de Febrero de 2020

Conseguir el cuerpo deseado es una máxima que comparten muchas personas, que sin embargo se abruman y frustran ante tantas opciones de dietas que nunca llegan a funcionar del todo.

La desesperación en estos casos se entiende perfectamente. Siempre intentás seguir los consejos, te juras que harás ejercicio y combinarás cardio y fuerza, que a partir de ahora vas a comer sano... y, sin embargo, no lo conseguís. ¿Hay algo malo en vos? En realidad, puede que las razones por las que no perdés peso estén dentro de tu psique más de lo que imaginabas, por suerte podés combatir esa postura en la que te quedaste, cómodamente. El doctor y experto en nutrición, Michael Karson, dice que hay un objeto de la casa al que hay que prestar mucha atención si querés perder peso. Se trata del espejo.

Lo que odias del espejo

La imagen que tengas de vos mismo condicionará tu posible pérdida de peso. Según explica Karson, cuando te percibís de manera negativa, es bastante probable que entrés en un círculo autodestructivo del que no quieras cambiar nada.

¿Te sentís poco atractivo o incluso repulsivo? Entonces vas a tener que trabajar para convertirte en alguien que sea visto con afecto. Por suposho, también tenés que aprender a aceptar esos pequeños fallos que no podés cambiar. Existe una enfermedad psiquiátrica conocida como Trastorno Dismórfico Corporal, por el cual la persona tiende a obsesionarse con los defectos que percibe en su apariencia.

"La mayoría de las veces que las personas intentan perder peso, el problema no es de la persona del espejo, sino de la que lo mira. El "observador" está lleno de odio, cada defecto es una excusa para lacerarse. Nunca intentarás cambiar, porque te detestas tanto que en el peso encuentras una excusa perfecta para continuar haciéndolo". Antes de contemplar la posibilidad de perder peso, primero tenés que empezar a quererte a vos mismo. Recordá que si no estás contento con tu apariencia siempre podés cambiarla.

No aceptas tus fallos

A veces, el experto asegura que el problema con nuestro cuerpo puede provenir de la negación o la adulación. El realismo es fundamental para prepararte de cara a futuras decepciones. "Intentar convencerte de lo guapo que sos no suele solucionar el problema", indica. "El "body positive" o positividad corporal tiene más que ver con aceptarte a vos mismo que en asegurarte cada día de tu perfección". Cuando aceptes lo importante de vos, tu lado positivo y también tus fallos, entonces podrás trabajar en cambiar aquello que no te gusta.

Crees que perder peso te hará feliz

Es bastante común pensar que cuando consigamos adelgazar seremos al fin felices y todos nuestros problemas desaparecerán. La pérdida de peso simplemente hará que te veas más delgado, pero las preocupaciones van a seguir, y si no te aceptas a vos mismo vas a seguir sin encontrar la felicidad.

"Si quieres perder peso debés tener esto en cuenta", dice el psicólogo. "También debés entender que tu cuerpo es físico y que, por ello, cada galleta, cada caramelo que tomes cuenta. A veces creemos que no nos va a afectar o que las calorías no contarán en esa ocasión, pero lo harán, no te quepa duda", relata.

En conclusión, si realmente querés perder peso, tenés que aprender a reconciliarte con tu cuerpo y, en definitiva, a conocerte, para poder comenzar de cero y entender qué defectos hay en vos que considerás necesario que tenés que cambiar.