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Salud y nutrición Importante

Exceso de peso: los problemas que ocasiona en la piel

Cómo influye la obesidad en este órgano.

Viernes, 23 de Setiembre de 2022
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Una de las complicaciones de la obesidad son las afecciones dermatológicas. El estiramiento de la piel hace que se vuelva cada vez más fina y débil, aumentando el riesgo de dermatitis, cuyos síntomas más comunes son piel reseca, comezón y erupciones.

El rascarse puede causar enrojecimiento, rajaduras, secreciones de líquido claro, escamas, costras y engrosamiento de la piel. Además, por el aumento de peso se van formando pliegues en los que la piel queda en contacto con la misma creando lugares cálidos, oscuros y húmedos, ámbito propicio para el desarrollo de microorganismos que pueden producir olor, irritación e infecciones.

Esto puede generar la presencia de hongos, lastimaduras o grietas como consecuencia de la debilitación del tejido y del rascado. El mejor recurso consiste en adoptar hábitos de aseo que incluyan el cuidado especial de los pliegues cutáneos. En caso de irritación, lastimaduras o manchas conviene consultar con un dermatólogo ya que, en algunas ocasiones, debe complementarse con medicamentos específicos para controlar la infección.

En líneas generales, el cuidado de la piel de la persona con obesidad incluye:

1. Controlá a diario la presencia de áreas enrojecidas o piel lastimada.

2. Secá muy bien los espacios entre los pliegues y los dedos después del baño y usá un polvo secativo suave. Para controlar la humedad colocá un trozo de material absorbente sobre el área afectada. Si la tela de toalla es demasiado áspera para una zona sensible, probá con toallas de papel u otra tela.

3. Evitá el uso excesivo de jabón germicida porque puede alterar la flora normal de la piel.

4. Para aliviar la picazón prepará una solución de 50 % de vinagre y 50 % de agua y usala durante el lavado. Podés enjuagar después o directamente secar.

5. Preferí prendas de algodón ya que absorben la humedad. Usá ropa interior cómoda y con elásticos suaves para evitar irritaciones y lesiones.

6. Evitá la fécula de maíz en las zonas enrojecidas y húmedas de los pliegues y optá por un talco dermatológico.

7. Aireá la zona de los pliegues con un abanico o el ventilador.