La obra tiene como objetivo brindarle al sistema hídrico la posibilidad de flexibilizar el riego, lo que permitirá gestionar la entrega de agua, informó el Gobierno de Mendoza.

Suárez calificó el proyecto como “espectacular” y señaló que este tipo de trabajos “son las obras inteligentes que tiene que hacer Mendoza para optimizar el recurso más escaso que es el agua. Es lo que va a permitir crecer en un futuro”.

Marinelli sostuvo que “esta obra permite flexibilizar el riego” y posibilitará “ser más eficientes y efectivos en la forma de regar”.

El funcionario reconoció el trabajo de los productores agropecuarios e hizo referencia al atípico año por el que están atravesando, señalando “que ha habido una recesión importante y una baja económica general” y que pese a ello el departamento que conduce “ha logrado cerrar un año inaugurando obras, con un 25% de su presupuesto en inversión de obras".

"Esperamos invertir el año que viene el 40% de nuestros recursos en esta materia”, adelantó Marinelli.

Un detalle distintivo de esta obra es que se hizo dentro del “Programa de Adaptación a las Consecuencias del Cambio Climático en el Sistema Hidrológico de Cuyo, AR-G1003”.

Este programa se realizó con fondos provenientes del “Convenio de Financiamiento No Reembolsable de Inversión del Fondo de Múltiples Donantes para la Iniciativa de la Energía Sostenible y Cambio Climático Nº GRT/MC-14303-AR”, firmado entre la Provincia de Mendoza y el BID.

“Este es un claro ejemplo de adaptación al Cambio Climático. Desde la provincia aportamos una parte de los fondos que financia la construcción de este reservorio. Este trabajo permitirá hacer un uso eficiente del recurso hídrico y el beneficio alcanzará a más de 200 regantes del departamento de Maipú”, aclaró el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance.

El reservorio tiene una capacidad útil de 50.000 metros cúbicos. Su construcción requirió la impermeabilización con geomembrana PEAD (polietileno de alta densidad) y la ejecución de obras anexas.