La reciente eliminación del impuesto PAIS del 7,5% sobre las importaciones podría tener un impacto notable sobre la inflación en los próximos meses, especialmente en los bienes durables y artículos de tecnología. Los analistas económicos estiman que esta medida contribuirá a la desaceleración de los precios en la economía argentina.

Max Capital, una consultora económica, sostiene que la eliminación del tributo incidirá principalmente en los precios de los bienes transables, ayudando a generar una apreciación de la moneda local. De este modo, se prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre podría reducirse a niveles cercanos al 2% mensual.

Por su parte, Outlier, otra consultora, señala que, si bien la medida contribuirá a la desaceleración de la inflación, es difícil predecir su impacto exacto, ya que el Gobierno podría tomar otras medidas, como ajustes a tarifas subsidiadas, que podrían contrarrestar el efecto de la eliminación del impuesto. Esta consultora proyecta que el IPC de diciembre podría situarse cerca del 2,5%.

EcoGo, por su parte, estima que la incidencia de la eliminación del impuesto sobre la inflación sería de aproximadamente 0,4 puntos porcentuales, si el impacto se traslada completamente a los precios minoristas. A pesar de que el efecto parece bajo, se destaca que los bienes importados afectan a toda la cadena productiva, por lo que el IPC reflejaría una desaceleración gradual.

El sector de bienes durables, como electrodomésticos, tecnología, autos y motos, podría ser uno de los más beneficiados por la medida, según Damián Di Pace, director de Focus Market. La reducción de los costos de importación también podría favorecer a sectores como la indumentaria y, en menor medida, los alimentos importados. Sin embargo, la consultora LCG advierte que, aunque la eliminación del impuesto contribuirá a una menor presión sobre los precios, también podría generar tensiones en la balanza comercial y afectar las reservas del país a corto plazo.

En resumen, la eliminación del impuesto PAIS contribuirá a aliviar la presión inflacionaria en varios sectores, aunque su impacto final dependerá de la respuesta del Gobierno ante posibles ajustes adicionales y las condiciones del mercado.