La revancha se disputará el próximo 25 de mayo en el Monumental "José Fierro".
Lucas Menossi, a los 15 minutos del primer tiempo, inauguró el score para el conjunto de Néstor Gorosito, en tanto que Juan Ignacio Cavallaro amplió las cifras para el local, a los 40.
Ya en el complemento, Diego Morales, a los 9 minutos, le empezó a dar forma de goleada al triunfo del conjunto del norte del Gran Buenos Aires. Nicolás Colazo, a los 11, y nuevamente Cavallaro, a los 14 minutos, cerraron la cuenta para la formación que el año venidero y pese a su sorprendente actualidad, jugará el torneo de la B Nacional.
Si bien en el primer período la diferencia de dos goles a favor del "Matador" aparecía como algo exagerada, en el segundo el dueño de casa borró literalmente de la cancha a su desconcertado oponente y no tuvo piedad para someterlo a un auténtico "baile".
Después de unos primeros minutos de estudio, el "Matador" llegó a la apertura tras una soberbia jugada de conjunto que derivó en un excelso pase de Diego Morales para Menossi, quien entrando libre por derecha fusiló al indefenso Lucchetti.
Esa conquista le dio la confianza necesaria al local, que volvió a marcar antes del arribo del entretiempo luego que Cavallaro por izquierda sacara provecho de un pase con ventaja de Federico González.

Antes del cierre de la etapa, el "Decano" tuvo una chance concreta para descontar luego que Carrera estrellara un furibundo remate desde fuera del área en el travesaño, circunstancia que pareció afectar anímicamente al elenco de Ricardo Zielinski.
Un disparo de Diego Morales apenas ingresando al área que se coló en el ángulo inferior derecho del experimentado arquero visitante potenció el desconcierto de la formación "decana" y producto del mismo llegó el cuarto después de una entrada de Colazo por izquierda que derivó en un disparo esquinado que se introdujo a media altura del parante zurdo del atónito "Laucha", quien a decir verdad no tuvo mayor responsabilidad en ninguna de las conquistas del dueño de casa.
   No conforme con la sideral distancia en el marcador alcanzada, nuevamente Cavallaro, esta vez de cabeza y luego de un centro de Janson desde la derecha, le colocó cifras finales al desigual trámite descripto.
Si Tigre no hizo algún gol más fue producto de cierto relajamiento a la hora de la definición ante un adversario que lejos estuvo de mostrar algún signo de rebeldía ante la debacle futbolística de la que estaba resultando víctima.
La ausencia de siete jugadores titulares, entre ellos el desequilibrante Montillo, no resintió en lo más mínimo el aceitado y ya consolidado funcionamiento de la formación del ensortijado orientador táctico del anfitrión.
Apenas algunos tibios avances de Atlético que intentaron algún descuento que hagan menos cuesta arriba su situación coyuntural respecto al desquite, dejaron reflejada más que nunca la consolidada figura del hoy indiscutible guardavallas Marinelli, quien a puro reflejo mantuvo su valla invicta a través de algunas intervenciones de real mérito. .
Los fuegos artificiales con los que Tigre fue despedido hablan bien a las claras de la confianza y de la expectativa que este grupo de jugadores generó en su parcialidad, que sigue observando atónita la dicotómica circunstancia que el mismo equipo que perdió la categoría hace pocos días esté peleando su posible ingreso a la próxima Copa Libertadores de América.