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Astrónomos capturan la imagen más nítida del sol desde la Tierra

Las imágenes fueron tomadas por el Telescopio Solar Daniel K. Inouye de la Fundación Nacional de la Ciencia, que está situado a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de la cumbre de Haleakala.

Lunes, 3 de Febrero de 2020
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El telescopio, que tiene el mayor espejo solar del mundo, de 4 metros, podría permitir una mayor comprensión del Sol y su impacto en nuestro planeta, según precisó en un comunicado el Observatorio Solar Nacional (NSO, por sus siglas en ingles), un instituto público de investigación con sede en Boulder, Colorado, EEUU.

Los científicos esperan que esta imagen sea el punto de partida de un estudio de casi 50 años de la estrella más importante de la Tierra. A medida que la construcción del telescopio de 4 metros termina en la cima de Haleakala en la isla hawaiana de Maui, más instrumentos del telescopio comenzarán a conectarse, aumentando su capacidad de arrojar luz sobre el Sol activo.

“Estas son las imágenes y videos de la superficie solar de mayor resolución jamás tomadas”, anunció el director de Inouye, Thomas Rimmele, durante una conferencia de prensa el viernes. “Hasta ahora, acabamos de ver la punta del iceberg”, agregó.

En las nuevas imágenes, que revelan pequeñas estructuras magnéticas con un increíble detalle, puede verse un turbulento patrón de gas “hirviendo” que cubre el Sol, a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra.

También pueden observarse estructuras interiores con forma de célula, cada una de un tamaño similar al estado de Texas, y plasma caliente que se elevan antes de enfriarse y hundirse por debajo de la superficie en canales oscuros, como parte de un proceso llamado convección. Las marcas de campos magnéticos son también visibles con una nueva claridad, según la NSO.

La resolución y sensibilidad únicas de Inouye le permitirán sondear el campo magnético del Sol por primera vez mientras estudia las actividades que impulsan el clima espacial en el vecindario de la Tierra.

Además, servirá para estudiar con detalle las tormentas solares que desprenden partículas cargadas que pueden interferir con los satélites, las redes eléctricas y la infraestructura de comunicación de la Tierra. El nuevo telescopio también profundizará en uno de los misterios solares más enigmáticos: por qué la corona del Sol, o capa externa, es más caliente que su superficie visible.

“Este telescopio mejorará nuestra comprensión sobre qué genera el clima espacial y ayudará a predecir mejor las tormentas solares”, explicó France Córdova, directora de la NSF y agregó que con este conocimiento podríamos anticiparnos más a los eventos espaciales del futuro que anularían las redes eléctricas y las infraestructuras: pasaríamos de los 48 minutos con los que contamos hoy en día a 48 horas para prevenir posibles desastres.

“Una navaja suiza”

La construcción del Telescopio Solar Inouye comenzó en 2012. El telescopio capturó la imagen recién lanzada, que es su primera imagen de ingeniería, el 10 de diciembre de 2019, por lo que les llevó más de un mes y medio procesar las fotos para su difusión.

Pero el observatorio para la fecha de la toma aún no estaba completo. Solo un instrumento, el Visible Broadband Imager (VBI), estaba operativo en ese momento. El VBI toma imágenes de muy alta resolución de la superficie solar y la atmósfera inferior.

El segundo instrumento del observatorio, el espectropolarímetro visible (VISP), comenzó a funcionar el jueves 23 de enero. Al igual que un prisma, VISP divide la luz en sus colores componentes para proporcionar mediciones precisas de sus características a lo largo de múltiples longitudes de onda.

Los instrumentos restantes se encenderán a medida que continúe la construcción del edificio de 13 pisos, con operaciones completas planeadas para comenzar en julio de 2020. “Ahora estamos en la carrera final de una maratón muy larga”, aseguró Dave Boboltz, director del programa de la División de Astronomía de la Fundación Nacional de Ciencias.

El próximo instrumento que estará operativo es el Espectro-Polarímetro criogénico del infrarrojo cercano, que estudiará la atmósfera solar en longitudes de onda infrarrojas, para sondear campos magnéticos en la corona del sol sobre un gran campo de visión.

Poco después, llegará el espectrómetro-polarímetro infrarrojo cercano de difracción limitada, que finalmente utilizará fibras ópticas para recopilar datos espectrales en cada punto de una imagen solar bidimensional, lo que le permitirá medir simultáneamente información espacial y espectral.

El instrumento final, el filtro sintonizable visible, capturará imágenes del Sol de muy alta resolución mientras realiza escaneos de alta velocidad de la luz que pueden identificar átomos y moléculas.

Inouye está destinado a operar durante 44 años, lo que debería cubrir dos de los ciclos solares completos de 22 años del Sol. Su conjunto de instrumentos probablemente cambiará con el tiempo. “El poder real en el Telescopio Solar Inouye es su flexibilidad, su capacidad de actualización. Es como tener una navaja suiza para estudiar el Sol”, dijo Boboltz.