El agresor fue a hacerle arreglos en el baño el día de su cumpleaños, pero la asfixió hasta dejarla inconsciente para abusar de ella.
Atada a la cama con la cortina del ventanal en el cuello y sin la ropa interior. Así se despertó el día de su cumpleaños una joven del barrio porteño de Almagro. Horas antes un plomero había ido a su casa para hacer arreglos en el baño pero la asfixió hasta dejarla inconsciente y la violó.
Una amiga le había presentado al agresor en un boliche y como él le contó que se dedicaba a hacer trabajos de plomería la joven de 34 años no dudó de su palabra y arregló para que fuera a su vivienda.
El hombre acudió a solucionar el problema justo el día en que la víctima cumplía años y aprovechó el momento en el que ella intercambiaba mensajes por WhatsApp con su hija mayor para atacarla.
"Vino por la espalda y me agarró del cuello hasta asfixiarme. Desde ese momento no me acuerdo de nada. Me desperté y estaba atada a la cama con la cortina del ventanal en el cuello y sin la ropa interior", aseguró la víctima.
Ya no había rastros del supuesto plomero pero el envoltorio de un profiláctico fue el indicio que la hizo entrar en shock y salió del departamento a pedirle ayuda a los vecinos. "No podía respirar" cuando llegó la policía, dijo la joven. Las heridas en el cuello y en la cara estaban a la vista.
Después, los médicos del Hospital Durand constataron lesiones compatibles con una violación y activaron el protocolo para este tipo de casos: le dieron la pastilla "del día después" y también medicamentos preventivos del HIV.
De acuerdo al relato de la joven, el acusado le robó además su celular, los documentos, una tablet y hasta los anteojos, pero no advirtió al fugarse que se le había caído la fotocopia de su propio DNI. Aunque esto facilitó su identificación, todavía no pudieron dar con él.